Que bonito fue aquel día

Autor: Francisca López de Maoño.
Lugar: Cantabria

Que bonito fue aquel día
cuando a este mundo llegaste
sería sobre la una
la una de aquella tarde
que alegría, que feliz
había vuelto a ser madre
nueve meses esperando
para poder abrazarte
y por fin aquí ya estabas
no dejaba de mirarte
tu carita tan redonda
tan rubito, tan afable
y cuando abriste los ojos
ese azul tan penetrante
que parecías el cielo
de un verano por la tarde
y entonces yo me senti
la mas feliz de las madres.
Iban pasando los dias
los meses y muchas tardes
yo te veía crecer
alegre, fuerte, entrañable,
tu siempre con tu sonrisa
para poder regalarles
a tus amigos, hermano
y a los demás familiares.
Luego te hiciste un hombre
fuerte, cariñoso, amable,
amigo de tus amigos
para poder ayudarles
porque siempre un buen consejo
tenías para entregarles
y así pasaban los días
así pasaban las tardes.
Ya conociste a las chicas
y  con ellas tonteaste
pero sin hacerlas daño
eras un chico galante.
Tenías dos ilusiones
en estos días finales
una era tu deporte, atletismo
que por ella te esforzaste,
la otra que fue la moto
y con ella te marchaste
aquel día tan amargo
a la una de la tarde
porque Dios así lo quiso
y sin poder abrazarte,
pero a pesar del dolor
que dejaste al marcharte
rezo a diario una oración
para poder abrazarte
un día allá en el Cielo
a la una de la tarde.
Por eso hoy hijo mío
Quiero hacerte este homenaje
Y que sepas que te quiero
Que nunca olvidarte.